22 abril 2009

Esquí de Travesia. Bisaurín



El fin de semana del 18 y 19 de abril estaba programada por el Club de Montaña Pirineos de Zaragoza una salida promocional de esquí de travesia al valle de Tena. Después de los habituales avatares que sufren las programaciones oficiales en función del tiempo meteorológico y de la aceptación de las propuestas por parte de los socios la salida promocional quedó reducida a un sólo día, el domingo 19 de abril de 2009, cambiándose la actividad por la ascensión al siempre exigente Pico Bisaurín por el valle de Aragues del Puerto y refugio de Lizara.

Es el Bisaurín un pico para buenos esquiadores alpinistas puesto que tanto la cara norte como la suroeste tienen pendientes exigentes y expuestas. Nuestra opción era ascender por el collado de Foratón y la cara suroeste que al ser más soleada que la norte tendría la nieve más transformada y estable. La subida y, sobre todo la bajada, pueden dividirse en tres partes: dos palas esquiables, la suroeste desde el pico hasta el collado de Foratón (de 600mts de desnivel de pendiente sostenida) y la que al sureste desciende desde el collado de Foratón hasta la cabecera del barranco de Espelungueta (de 300mts y pendiente también significativa y constante); y la parte alta del barranco de Espelungueta hasta el refugio de Lizara, muy tendida y poco esquiable.

La predicción meteorológica no era demasiado concreta pero el domingo 19 amaneció un día transparente y soleado. Comenzamos la ascensión a las 8:45 de la mañana, con los equís en la mochila, andando casi todo el barranco de Espelungueta. Un poco más arriba del abrevadero (media hora de andada) pudimos calzarnos los esquís y comenzar a disfrutar de la actividad y del día. Sin embargo, la alegria duró poco. Conforme nos acercábamos al collado de Foratón comenzó a azotarnos un fuerte viento que dio al traste con nuestros planteamientos iniciales.

La cara suroeste del Pico Bisaurín, sin ningún tipo de protección, está completamente expuesta al viento por lo que en condiciones de alta intensidad de viento ascender por ella resulta muy incómodo y lento y, con esquís, además, poco divertido. No tuvimos muchas dudas en renunciar a esquiar esa pala y sustiturla por otra más protegida. Entre las alternativas que se presentaban decidimos cantinuar foqueando hacia el Puntal Alto de Foratón (al suroeste del collado), de espaldas al viento, y ver si podíamos aprovechar alguna de las palas que, bien innivadas, caían al este y al oeste. Finalmente decidimos esquiar primero la vertiente oeste del Puntal Alto de Foratón cayendo al valle de Foratón para, remontar de nuevo hasta el Puntal, y esquiar después la vertiente este hacia el barranco de Espelungueta y el refugio de Lizara.


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