03 diciembre 2008

Hoces del río Piedra. Mirador del Reconquillo



Hacía cuatro años que no volvia a Torralba de los Frailes y el día 09 de noviembre de 2008 regresé para disfrutar del otoño en las hoces del río Piedra. Recordaba con nitidez los fuertes colores rojos del arce al perder la hoja y la variedad del soto de ribera, sobre todo, aguas arriba de la zona del Molino.

El día elegido resultó magnífico y el río guardaba una gran sorpresa: llevaba un caudal nunca visto, el azud del Molino resultaba impracticable para cruzar el río y el agua corria con velocidad.



Después de cruzar el río, con muchos problemas, frente al parking del Molino descubrí que habían señalizado un recorrido al "Mirador del Reconquillo" del que no tenía ninguna noticia. Como discurría por las hoces aguas arriba (que eran las que yo quería recorrer) me decidí a completar el recorrido.



El panel informativo proponía realizar el recorrido circular siguiendo primero el cauce del río por el fondo de las hoces y regresar después por los relieves superiores de la margen izquierda. Como no se podía cruzar a la margen derecha del río por encima del azud realicé el recorrido en sentido inverso.

La senda remonta por encima de las ruinas del Molino dejando a la derecha unas singulares formaciones rocosas en forma de "tornillo" muy características y pronto se introduce en una suave vaguada por la que remontamos hasta el mirador. El camino no tiene pérdida: las trazas son evidentes y está balizado con pintura blanca y roja de GR. Además hay tablillas indicadoras (GR 24 "Mirador Hoces de Torralba") en las bifurcaciones. Poco antes de la segunda tablilla hay que continuar a la izquierda en una bifurcación de sendas poco clara y, siguiendo hitos de piedra, ascender hasta el mirador (25´).



La vistas desde el mirador merecen la pena. Podemos apreciar el definido corte de las hoces cubiertas de un denso soto de ribera, por encima de ellas, la desnuda paramera de los llanos de Used y, recortadas sobre una loma, las blancas casas del pueblo de Torralba de los Frailes.

Desde el mirador el camino continua por encima de los relieves que definen las hoces aguas arrba del río Piedra. Ahora la senda es menos evidente y el trazado, a veces poco claro, está marcado con hitos de piedra y, de vez en cuando, con pintura roja y blanca. La senda va descendiendo poco a poco, a media ladera, por una loma pedregosa entre un escuálido pinar hasta alcanzar una estrecha vaguada transversal que, hacia la izquierda, permite descender al fondo de las hoces (55´).



Hay que tener mucho cuidado al llegar a la parte baja de esta vaguada porque la senda está cerrada, a la altura del tobillo, por un alambre de espino cruzado entre dos troncos de árbol dificil de ver que puede hacernos mucho daño.

Una vez en el fondo de las hoces el vado para cruzar a la margen derecha e iniciar el retorno no está preparado por lo que su dificultad depenerá de las condiciones del cauce. Aquí hay unas tablillas indicadoras por lo que la localización de la vaguada de salida es muy fácil en el caso de que se haga el recorrido en el otro sentido.

Si el recorrido aéreo por la parte alta de los relieves de la margen izquierda del río es recomendable, no lo es menos el recorrido por el fondo de las hoces. La senda discurre en todo momento por la margen derecha del río ( sin vadearlo ) sobre un mullido piso y sumergida en un umbrío soto de frondosas que, como dice el panel explicativo del recorrido, configuran un paisaje forestal de hoja caduca que nos hará sentirnos en otra latitud. Lástima que los arces hubieran perdido ya la hoja pero los robles presentaban su mejor color.

Al final del recorrido, cerca del azud del Molino, busqué una salida alternativa ya que no se podía vadear el río por encima del azud. No resulta dificil encontrar una salida practicable (trazas de camino) por la ladera de la margen derecha del río y, después, siguiendo las trazas de las ovejas seguir el cauce del río a media ladera y, por encima del pozo de las escaleras, llegar al parking del Molino (1h 25´).


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