25 agosto 2009

Bisaurín por el Ibón de Estanés y valle de los Sarrios



No había estado nunca en el ibón de Estanés. Su ubicación, algo alejada de los puntos de ataque ubicados en España (Lizara, Aguas Tuertas o Candanchú), obliga a planear una actividad con el único objetivo de visitarlo. No resulta fácil planear una actividad combinada que ascendiendo a un pico o haciendo una travesía circular permita hacerle una visita. No obstante terminé por descubrir un itinerario, bastante largo pero factible, que me permitía ascender el pico Bisaurín y visitar el ibón de Estanes. Sobre la excelente cartografía del libro de Beturian Ara planeé un itinerario circular que, atacando desde el parking de Espelunguere (al otro lado del tunel del Somport), me permitia ascender el Bisaurín por la via normal de la cara noreste pasando por dos lugares de alto interés paisajístico como el ibón de Estanés y el valle de los Sarrios y después retornar de nuevo al ibón de Estanes y el parking de Espelunguere pasando por la Brecha de Secús.

El parking de Espelunguere es el acceso más rápido al ibón de Estanés. Para llegar hay que cruzar el túnel del Somport y poco después de salir por la boca del lado francés tomar un desvío a la izquierda (escasamente señalizado) que lleva hasta las antiguas edificaciones de la estación de tren de Les Forges de Abel. Remontando el barranco de Escalé llegaremos hasta la central eléctrica de Estaéns (pista asfaltada) y dos curvas mas arriba hasta el aparcamiento de Espelunguere (pista de tierra).

En el parking de Espelunguere nace una senda que, remontando por la orilla izquierda el cauce del barranco de Escalé, atraviesa una breve zona boscosa para salir al poco rato a una zona de pastos. Siguiendo la traza de la senda alcanzaremos una palanca sobre el torrente donde la senda se bifurca: a la izquierda (sur) cruza el torrente y continua hacia Sasanet (1h 45´) a la derecha (oeste) asciende hacia el refugio de Arlet (3h 30´). Cruzando el torrente continuamos hacia Sasanet y poco después llegamos a otra bifurcación: a la izquierda (este) la senda continua hacia Sasanet, a la derecha (sur) comienza a ascender por el empinada barranquera junto a la que desciende la tuberia forzada de la central eléctrica de Estaens (sendero de l´echelle). Siguiendo el sendero de l´echelle volvemos a introducirnos en el frondoso bosque de la selva de Borce. La senda traza unos duros zig-zas en la ladera oriental del barranco, para cruzar después el cauce e iniciar una travesia al suroeste sobre el tendido enterrado de la tuberia forzada hasta alcanzar el aéreo balcón del Ibón de Estanes. El último paso antes de alcanzar el balcón está equipado con una cómoda escalera metálica. En poco mas de una hora estamos a orillas del ibón de Estanés.



Bordeando el ibón de Estanés por el este alcanzamos en quince minutos el Puerto de Estanes donde conectamos con el GR 11. Desde aquí continuaremos al oeste bordeando el ibón sobre el tortuoso trazado del GR 11 hasta alcanzar la vaguada que, orientada claramente de este a oeste, desagua las aportaciones del valle de los Sarrios. Remontando esta vaguada al este llegaremos a una zona herbosa a los pies de un duro repecho sobre el que se abre el valle de los Sarrios. Resulta muy curioso el desarrollo geológico de este valle que traza una compleja S desde su nacimiento en el Circo de Olibón. La primera parte del valle es recta, muy llana, herbosa y homogéneamente encajada en los poderosos relieves calizos que la rodean. Esta geométrica regularidad se ve bruscamente interrumpida en la brecha de "la trinchera" donde la llanura de verdor se transforma en un brusco escalon rocoso en la base del cual el valle cambia su orientación S-N para girar al O y después nuevamente al N sobre un terreno rocoso torturado y complejo.



El acceso a la parte superior del valle de los Sarrios se realiza por una estrecha entalladura "la trinchera" que se abre en la alienación montañosa de la Sierra de Secus entre el pico Liouviella al oeste y el Puntal de Labata al este. Superado este breve estrachamiento accedemos a un bucólico rincón de reducidas dimensiones pero de grandes contrastes. La suave llanura del fondo del valle tapizada de verdes y acogedores pastos parece más pequeña oprimida por las verticales proyecciones rocosas de caliza blanca que lo delimitan. Conforme remontamos el valle, cerrado al sur por el Circo de Olibón, vamos descubriendo la única debilidad que da salida al valle, el Puerto de Bernera. La senda va girando al oeste para alcanzar este collado y regalarnos una magnífica vista sobre el Pico Bisaurín.



Desde el Puerto de Bernera iniciamos un breve descenso hasta la Plana Mistresa donde abandonamos el barranco de Castillones y el camino del refugio de Lizara para iniciar la parte final del ascenso al pico Bisaurín. En la Plana Mistresa su juntan los caudales de dos barrancos con la misma orientación pero que evacuan las aguas en sentido opuesto. Bajamos por el barranco que evacua las aguas de este a oeste e iniciamos el ascenso por el barranco que, enfrentado a este, evacua las aguas de oeste a este.

La traza del camino es menos evidente pero siguiendo los hitos es posible progresar con comodidad por la dura rampa herbosa de la primera parte del barranco. Superado este repecho inicial se accede a una suave llanura intermedia que se extiende hasta la pendiente final que desciende del Collado de Secús. Progresaremos por esta llanura hasta alcanzar la última vaguada antes del Collado de Secús que, al sur, desciende desde la Collada Bastés. Se trata de una empinada y rocosa vaguada, poco definida, en la que la traza de la senda se pierde definitivamente sobre una caótica morrena rocosa. La primera parte es empinada y estrecha y hay que progresar de forma intuitiva siguiendo los hitos y buscando los pasos más evidentes. En ocasiones será necesario apoyar las manos puntualmente en breves trepadas poco dificiles. Superado este tramo inicial se accede a una zona más llana bajo la Collada Bastés donde el barranco gira al oeste cambiando bruscamente el color de la roca. Dejamos atrás una morrena de grandes rocas de color rojizo para iniciar la parte final del ascenso por una pedrera de caliza blanca. Continuaremos el ascenso por la parte derecha de la pedrera, por los pastos que la delimitan al norte, hasta llegar a la parte intermedia donde la traza se marca muy evidente a media ladera cruzando la pedrera para salir, sin cambiar de orientación, a la cresta este del Bisaurín en un característico collado partido en dos por un esbelto torreón rocoso. Desde este collado ya es visible el pico Bisaurín (última cota de la izquierda) tan sólo queda dirigirse a media ladera hacia el pico por una zona de rocas sueltas poco dificil.







Para completar el recorrido circular planeado desciendo hasta la llanura que se extiende bajo el Collado de Secús por el mismo camino de ascenso pero aquí abandono la ruta para, dejando atras todo rastro de senda e hitos balizadores, comenzar el enlace hasta la Brecha Secús (entre los picos Portaza y Pico Alto de la Portaza). Desde la llanura hay que encaramarse a la dorsal que desciende al este del Puntal de Secús; alcanzada esta dorsal no resulta dificil identificar la Brecha de Secús y dirigirse hacia ella por terreno descendente y cómodo. Una vez en la Brecha de Secús el descenso es evidente por la vaguada que desciende al norte por la otra vertiente, en la parte baja de la vaguada se ve muy clara la traza de la senda que se dirige hacia el este sobre una pedrera. Esta senda conduce a un collado y continuando al este conecta con el trazado del GR 11 que bordea el Ibón de Estanés. Para completar el recorrido circular bordearemos el ibón de Estanés por el oeste hasta enlazar con la salida del sendero de l´echelle y descender hasta el parking de Espelunguere.

Tiempos netos
Parking de Espelunguere-Ibon de Estanés 1h
Ibon de Estanes-Puerto de Estanés 15´ 1h 15´
Puerto de Estanés-Puerto de Bernera 1h 10´ 2h 25´
Puerto de Bernera-Plana Mistresa 15´ 2h 40´
Plana Mistresa-Llanura bajo Collado de Secús 35´ 3h 15´
Llanura bajo Collado de Secús-Pico Bisaurín 1h 10´ 4h 25´
Pico Bisaurín-Llanura bajo Collado de Secús 45´ 5h 10´
Llanura bajo Collado de Secús-Brecha de Secús 30´ 5h 40´
Brecha de Secús-Ibón de Estanes 1h 6h 40´
Ibón de Estanés-Parking de Espelunguere 50´ 7h 30´

13 agosto 2009

Ruta de los Alcamines. PR TE-36



Estudiando la red de senderos de Aragón me llamó la atención la denominada "Ruta de los Alcamines" PR TE-36 que discurría entre Alfambra y Galve remontando el cauce del río Alfambra que, entre las localidades de Villalba Alta y Galve, se hunde en el terreno tallando unos profundos meandros rocosos en los estrechos de los Alcamines. La Comarca de Teruel está un poco olvidada como destino senderista relegada por zonas próximas de mayor renombre como Albarracín, los Montes Universales, el nacimiento del Tajo o los estrechos del río Ebron por lo que estos "estrechos" del río Alfambra se convertían en una buena excusa para conocer la comarca.

El PR TE-36 está balizado desde Alfambra hasta Galve pero los estrechos de los Alcamines se extienden entre Villalba Alta y Galve (aproximadamente la mitad del recorrido). Entre Alfambra y Villalba Alta el sendero discurre por pistas de acceso a cultivos siguiendo el cauce del río por terrero llano al abrigo del soto de ribera y choperas de plantación. Los "estrechos" ,verdadero atractivo de este sendero, comienzan 2,2km aguas arriba de Villalba Alta en un vado cementado que permite cruzar a la margen derecha del río y comenzar a ascender por los relieves de esa margen y superar los primeros estrangulamientos del cauce. Hasta aquí se puede llegar en coche.

La infografia del sendero es realmente escueta, sin curvas de nivel ni referencias geográficas que permitan identificar el itinerario del sendero en la realidad, por ello, había que fiarlo todo al balizamiento y a la información de las ortofotos del SIGPAC sobre la red de pistas que se desarrolla en la zona.

La primera parte del sendero, hasta la pasarela de los Alcamines, discurre por pistas de acceso a cultivos de secano trazando una profunda curva que se aleja del cauce del río para regresar después de recorrer varios kilómetros y superar de esta forma el estrangulamiento de salida de los estrechos. Superado el vado, el sendero continua por una pista que asciende de forma continuada alejándose del cauce del río. La orientación, el prolongado ascenso y el escaso balizamiento hacen dudar de que sea el camino correcto pero, a la altura de las ruinas de una gran paridera, en un cruce de pistas, recuperamos el balizamiento y la confianza. En este punto, el más alejado del cauce, superada una primera pista a la derecha que desciende a la Masia de Alcamín tomaremos otra que, a la derecha y en ascenso, continua hacia unas visibles explotaciones ganaderas muy modernas. Poco antes de llegar a estas naves ganaderas alcanzaremos un cruce: a la izquierda la pista se adentra en la ZEPA del Mas de Cirugeda (un importante conjunto de edificaciones que se ven a la izquierda en una suave vaguada) y a la derecha continua el sendero del PR retornando al cauce del río. Después de un breve recorrido junto al cercado de las explotaciones ganaderas la pista inicia un pronunciado descenso hasta la pasarela de los Alcamines.

En este punto tendremos las mejores vistas sobre los estrechos de los Alcamines de todo el recorrido. Merece la pena acercarse hasta el mirador donde se ha instalado el soporte para un gran panel informativo para poder apreciar la profundidad del sinuoso discurrir del río por los estrechos. (Llegaremos al mirador siguiendo el cercado de la explotación ganadera cuando este cambia de orientación)





Por la pasarela de los Alcamines cruzamos a la margen izquierda del río y el paisaje cambia notablemente, hasta ahora el sendero discurria por zonas de cultivos de secano muy antropizadas con el único interés del fuerte contraste entre la estepa y la estrecha cinta de verdor del río. A partir de ahora la pista se convierte en una senda que serpentea por los pliegues de un relieve montañoso rocoso y seco donde apenas progresa la vegetación (sólo algunas carrascas aisladas de apariencia arbustiva y escuálidos pastos tapizando el suelo). Esta parte es mucho más interesante aunque el sendero es dificil de seguir en muchos tramos y el balizamiento, con postes de madera, escaso.

Nada más cruzar la pasarela de los Alcamines el sendero discurre durante unos minutos siguiendo el cauce del río aguas abajo hasta alcanzar el cauce seco del barranco de la Umbría que desagua en el Alfambra. Justo antes de alcanzar este barranco la senda comienza a remontar por las pendientes de la izquierda, poco marcada en el terreno, hasta alcanzar el Alto de la Umbría de la Pellejera (poste balizador). Desde este collado iniciaremos el descenso hacia el fondo del barranco de la Pellejera que alcanzaremos justo en el lugar donde este se encaja en una estrecho corte en el estrato calizo (tablillas de PR). La senda, muy poco marcada en este punto, cruza el fondo del barranco y comienza a subir suavemente por la ladera del otro lado hasta alcanzar la dorsal (mucha atención, es la zona donde el sendero está peor marcado en el terreno). Sobre la dorsal llanea hacia el este (hacia la derecha) durante unos minutos hasta asomarse al otro lado. En este punto volvemos a tener perspectiva sobre todo el itinerario. Galve es visible abajo, junto al cauce del Alfambra, justo a la entrada de los estrechos (que quedan al oeste a nuestra izquierda). El itinerario está claro: sólo queda descender hasta Galve, pero apenas hemos disfrutado de los estrechos. No los hemos recorrido tan sólo los hemos atravesado.

En Galve aún quedan cosas interesantes por ver: el puente medieval de grandes sillares de piedra, robusto y elegante, el parque paleontológico en las choperas del río y la entrada a los estrechos de los Alcamines. Merece la pena acercarse a los estrechos y remontar brevemente los primeros estratos de la margen izquierda ganando perspectiva sobre el pueblo y los primeros meandros pétreos. Después deberemos regresar por el mismo itinerario.





Para saber mas:
http://comarcacomunidad.deteruel.es/Convenios/ComarcaComunidad/Home.nsf/documento/rutaalcaminies