25 agosto 2010

Els Ports. Peñarroya de Tastavins-Corachar


A primeros de año localicé en una libreria de Zaragoza un libro realmente interesante "La ruta del Tigre en BTT" un pequeño libro que ponía sobre el papel un itinerario en BTT alrededor de Els Ports en cuatro etapas. Me resultó interesante porque la zona no tiene mucha bibliografia, por ser un itinerario en bicicleta y porque abarcaba toda el área de influencia de Els Ports de Beceit en las provincias de Castellón, Tarragona y Teruel.

La cartografia que proporciona el libro es claramente insuficiente para realizar el itinerario pero da pistas sobre las zonas de mayor interés. Estudiando las etapas y sus variantes localicé dos itinerarios factibles para realizarlos a pie por zonas de Els Ports que todavia no conocia. Uno de ellos discurría por la zona más occidental de Els Ports entre Peñarroya de Tastavins y Corachar (Castellón). El otro, por la zona más oriental, entre Arnes y Horta de San Joan.

El itinerario entre Peñarroya y Corachar tiene los grandes atractivos de la arquitectura de Peñarroya, y los paisajes de las Roques del Masmut, el barranco de los Prados y de la comarca de la Tinensa de Benifassá en Castellon. El itinerario entre Arnes y Horta de San Joan el atractivo de los singulares barrancos de Les Valls y Les Estrets d´Arnes. La posibilidad de adentrarme por primera vez en la comarca de la Tinensa de Benifassá fue lo que me decantó por realizar primero el recorrido entre Peñarroya y Corachar.

Preparando la actividad no pude encontrar una cartografía fiable. Los mapas 1:25000 del IGN no ofrecían seguridad sobre la red de pistas y las ortofotos del SIGPAC, con un relieve completamente tapizado de vegetación, no permitian visualizarlas con claridad. Por eso, comencé la actividad con la vaga intención de realizar un recorrido circular siguiendo el antiguo camino entre Peñarroya y Corachar (del que sólo tenía las referencias del libro) para volver por el barranco de los Prados. Las visicitudes de la actividad me llevaron a descubrir una cartografia bastante buena de esta zona occidental de Els Ports que se puede conseguir fácilmente en este sitio web.

Desde Peñarroya de Tastavins iniciaremos el recorrido atravesando el núcleo de población ascendiendo por sus empinadas y estrechas callejuelas. Podremos disfrutar de la colosal arquitectura de piedra de sus edificios más notables asi como de los magníficos aleros y voladizos de madera. Siguiendo la señalizacion de Lo Masmut saldremos del pueblo pasando por debajo de un arco y llegaremos a un peiron. Aquí abandonamos la pista por una senda a la izquierda que atraviesa una dorsal de piedra por una pequña brecha (el antiguo Pont Xafat, puerta abierta en la antigua muralla para acceder al núcleo de población). Al otro lado de la dorsal enlazaremos con otra pista por la que continuaremos ascendiendo hasta llegar a un mirador y panel explicativo. Superado el mirador llegaremos a una bifurcación de pistas y continuaremos a la derecha por la pista, en ascenso, hacia las Roques de Masmut (0,5km). Tras una dura subida alcanzamos un collado con impresionantes perspectivas de la vertiente oriental de las Roques de Masmut y las tablillas indicativas del PR TE 157 que desciende hacia el barranco de Prados para dar la vuelta a las Roques del Masmut. Hasta aquí todo resulta sencillo y bastante conocido (el itinerario PR TE 157 que da la vuelta a las Roques de Masmut es un itinerario con muchas reseñas e información accesible).

A partir de ahora la información escasea y las decisiones son intuitivas, lo más lógico en función del relieve y de la dirección que debo seguir. Continuo por la pista, que asciende en pronunciadas lazadas hacia el Mirador del Masmut. La única información de la que dispongo, obtenida del mapa suministrado por el libro, era que el sendero a Corachar nacia a la derecha abandonando la pista. Asi que con mucho cuidado fui ascendiendo por la pista atento a la margen derecha. En un momento indeterminado, antes de llegar al mirador del Masmut, vi las trazas evidentes de una senda a la derecha sin ninguna indicación ni balizamiento. Con dudas, abandoné la pista y me adentré en el pinar, a los pocos metros un gran cubo de cemento indicaba "Vallibona 6h". Este balizamiento no me sacaba de dudas, Vallibona no era ninguna referencia para mi, pero por lo menos me garantizaba que la senda atravesaba la sierra y podía ser perfectamente la que me llevara a Corachar. Después de realizar la actividad y con el mapa de la Tinensa de Benifassa delante (ya pude ubicar Vallibona en el terreno) descubrí que Vallibona era la verdadera referencia del itinerario y que el sendero que debía seguir era el de la tradicional romeria de Vallibona a Peñarroya, una romeria que no venera ningun santo ni asciende a ninguna ermita por lo que no tiene ninguna referencia intermedia en el itinerario.

La senda discurre por la dorsal que separa los barrancos de los Prados al este y de Moyons al oeste hasta el Zingle de San Jaume, después bordea por el este la Mola de Mitja Vila y, finalmente, desciende hasta la escondida localidad de Corachar. Atraviesa primero el pinar que se extiende por la ladera nororiental del pico de la Creu del Llop, con un trazado suave y muy lineal. Después atraviesa una zona de pastos, de abiertos paisajes en el que destaca, al sur, el cortado calizo del Zingle de San Jaume (atravesar estos pastos, Les Bassetes, donde nos sorprenden espectaculares ejemplares de enebro, y el paisaje nos hace olvidar el trazado de la senda, es seguramente la parte más bonita de la actividad). Y, finalmente, supera el Zingle de San Jaume para conectar con la pista de acceso a Corachar. Al acercarnos al Zingle de San Jaume volvemos a introducirnos en el pinar y, siguiendo el seguro trazado de la senda alcanzamos la escondida vira que nos permite superar el resalte y alcanzar el magnifico mirador superior. Superado el cortado calizo la senda continua al sur hasta conectar con una pista que, bordeando por el este la Mola de Mitja Vila, (siguiéndola a la izquierda) nos lleva hasta la escondida localidad de Corachar.

El tramo final por la pista que bordea la Mola de Mitja Vila se hace largo. La pista asciende hasta el altiplano de la Mola y, después, inicia un largo descenso hasta la localidad de Corachar, que no se ve hasta llegar a las primeras casas, porque está escondida detras de la suave loma en la que se levanta su esbelta y remozada ermita.

El itinerario de regreso a Peñarroya no ofrece dudas. Desde Corachar tomamos la pista que desciende al barranco de los Prados y descendemos por él hasta conectar de nuevo con el PR TE 157 y completar la vuelta a las Roques del Masmut. El retorno es mas largo y monótono pero permite completar un recorrido circular muy elegante y tener nuevas perspectivas sobre les Roques del Masmut.


Tabla de tiempos

14 agosto 2010

GPS (2)

Accidentalmente surgió el tema del GPS y su utilidad. Al respecto yo ya había sacado algunas conclusiones pero no me resultó sencillo concretarlas y exponerlas. Voy a tratar de clarificarlas.
Ya sabemos que el GPS es un receptor de ondas de radio que determina su ubicación en unas coordenadas terrestres a partir de las señales emitidas por una constelación de satélites (NAVSTAR), por tanto, lo único que suministra son unas coordenadas de ubicación. La utilidad del GPS dependerá, por tanto, de la capacidad de cada usuario para dar utilidad a esas coordenadas.
Dos son, básicamente, las formas de dar utilidad a unas coordenadas de ubicación:
A.- Trasladar esas coordenadas a un mapa topográfico y, una vez conocida la ubicación dentro del mapa, tomar decisiones sobre itinerarios en función de la información contenida en el mismo.
B.- Suministrar al receptor GPS unas coordenadas de destino y "navegar" desde las coordenadas de ubicación a las coordenadas de destino.
A.- Ubicar las coordenadas suministradas por el receptor GPS dentro de un mapa topográfico resulta inmediato si el aparato GPS soporta la utilidad de visualización de mapas topográficos digitalizados. En este caso las coordenadas se superponen dentro de la imagen del mapa. No obstante esta utilidad tiene el gran inconveniente del reducido espacio de terreno que puede visualizarse en la pantalla, tan pequeño, que no permite tener información relevante sobre el terreno en el que queremos desplazarnos y por tanto tomar decisiones sobre el itinerario a seguir.
Para solucionar este inconveniente podríamos trasladar las coordenadas suministradas por el GPS a un mapa en papel, un proceso laborioso e incómodo en las condiciones en las que debe realizarse en plena naturaleza. Requiere, por un lado, material para medir con precisión los grados y minutos de las coordenadas y proyectar esas medidas dentro del mapa; y por otro, una superficie plana donde poder desplegar el mapa.
Este complejo proceso de traslación de coordenadas al mapa puede sustituirse facilmente por la lectura directa del mapa que, una vez orientado, y por posición relativa de las unidades de relieve más importantes nos permite ubicarnos con suficiente precisión. Si sabemos leer el mapa podemos renunciar al peso del GPS.
B.- Suministrar al GPS unas coordenadas de destino y "navegar" hacia esas coordenadas siguiendo la flecha de dirección indicada por el aparato es la otra forma de dar utilidad a las coordenadas de ubicación.
El GPS es utilizado básicamente como instrumento de "navegación", es decir para "navegar" siguiendo la dirección indicada por el aparato desde las coordenadas de ubicación a las coordenadas de destino. El software de navegación del aparato nos proporciona información sobre la dirección y distancia a la que se encuentran las coordenadas de destino, sin embargo, esta información no siempre es útil, en primer lugar por los errores de medición del propio GPS y en segundo lugar por las limitaciones que el relieve impone a la "navegación" terrestre.
No podemos caer en la tentación de creer que las coordenadas suminstradas por el GPS nos van a llevar hasta el puente sobre un torrente infranqueable o hasta el collado que nos permitirá franquear un cordal. Los errores de medición del propio GPS que pueden duplicarse al hacer sucesivas mediciones (mi GPS mide con cierto error unas coordenadas medidas por otro GPS con anterioridad con cierto error) pueden dirigirme lo suficientemente lejos de la correcta ubicación del paso para franquear la dificultad que comprometa seriamente la actividad si las condiciones no son favorables (escasa visibilidad, tormenta, dificultades orográficas intermedias...).
Por otro lado la información sobre la distancia es relativa ya que se trata de una distancia lineal entre dos puntos sin tener en cuenta el relieve entre ambos, es decir, las subidas y bajadas que hacen más largo el recorrido. Y por último la facilidad y comodidad de seguir la flecha puede convertirse en una continua fuente de dificultades. La flecha no lee el terreno y puede mandarnos por la pendiente más pronunciada cuando la senda asciende en suaves lazadas por un itinerario poco lógico para llegar al destino; o puede hacernos cruzar un torrente por una zona comprometida cuando existe un vado cómodo o incluso un puente y; en el peor de los casos, puede dirigirnos a relieves infranqueables.