14 diciembre 2008

Sierra de Algairén. Mirador de la Falaguera



La comarca del Campo de Cariñena tiene dos rincones naturales de excepcional interés: uno es el embalse de Tosos en el río Huerva y otro el Raso de la Cruz una confluencia de barrancos en la vertiente suroriental de la Sierra de Algairén.

El Raso de la Cruz es una pequeña llanura, de dimensiones bastante reducidas, que se extiende en la confluencia de los barrancos de Valdecerezo y de los Hortales en el término municipal de Cosuenda. Aquí hay un área recreativa bastante deteriorada con mesas, fuente y una techumbre de madera a la que se puede acceder con vehículo y que resulta ser un excelente punto de partida para excursiones por la Sierra de Algairén.

A partir de la información del libro Rutas CAI de la Comarca del Campo de Cariñena había preparado una actividad interesante, subir por el PR-Z-15 hasta el collado de Luquetes, desde allí subir hasta la Caseta de la Nevera ubicada en una cota sobre la dorsal de la Sierra de Algairén (1209mts)(mirador de la Falaguera) y, desde allí, intentar el descenso por el barranco de los Hortales (en el mapa, sin camino) cerrando un recorrido circular.

El día de la Inmaculada me acerqué hasta el Raso de la Cruz para intentar este recorrido pero, una vez allí, cambié la idea inicial porque una muy buena señalización de PR ofrecía otra posibilidad más segura. El barranco de Valdecerezo, señalizado como PR-Z-43, me permitía ascender hasta la Nevera de Cosuenda y la dorsal de la Sierra con seguridad y, una vez en ella, podría alcanzar la Caseta de la Nevera y descender posteriormente por el collado de Luquetes y el PR-Z-15 al Raso de la Cruz completando un recorrido circular.

Con esta idea comencé el ascenso por el barranco de Valdecerezo, primero por una pista apta para vehículos y después por una senda bien marcada y balizada, hasta la Nevera de Cosuenda. El ascenso hasta el lugar del Emparrado (mesa de cemento y fuente) es muy suave y discurre entre carrascas. A partir de este lugar la senda se empina y atraviesa un breve robledal que atrapa nuestra atención haciéndonos olvidar, en parte, el esfuerzo del ascenso. Al final del otoño los robles todavía presentan una gran variedad de tonalidades (desde el amarillo hasta el marrón oscuro) y, con poca hoja, filtran menos luz dando al camino una gran luminosidad. Superado el robledal la senda se bifurca, el ramal de la izquierda se dirige hacia el collado de Valdecerezo y el de la derecha hacia la Nevera de Cosuenda.

Continuo por el ramal de la derecha y alcanzo la Nevera y poco después la pista que recorre la dorsal de la Sierra. Las antenas del pico Valdemadera están muy próximas a la izquierda pero yo continuo a la derecha siguiendo la pista de la dorsal en suave descenso hacia la muy visible cabaña de observación forestal. El dimorfismo entre las dos vertientes de la Sierra es espectacular, la vertiente oriental cubierta con una espesa y contínua masa forestal de carrasca, pino y roble; la vertiente occidental desnuda hasta el cauce del río Grío.


Pronto alcanzo el collado de la Falaguera donde vuelvo a encontrar más tablillas indicadoras del PR-Z-43, continuando por la pista de la dorsal la tablillas indican al “Mirador de la Falaguera”; a la derecha, descendiendo por la vertiente suroriental las tablillas indican a la "Peña de la Tia" y "Raso de la Cruz". Dudo un momento si cambiar de planes e iniciar ya el descenso siguiendo estas indicaciones. Hace rato que llueve con insistencia y ha salido un día gris muy húmedo y nublado que priva de casi todo el interés al mirador de la Falaguera. No obstante, continuo hasta la caseta de observación forestal (mirador de la Falaguera).

Esta caseta de observación forestal está ubicada en un lugar privilegiado de la Sierra, justo en el punto en que las dos dorsales longitudinales definidas por el barranco del río Tiernas confluyen en una sóla que se prolonga hasta el cauce del río Huerva. Ofrece unas vistas aéreas y profundas tanto del valle del río Tiernas como del valle del río Grio, asi como de la Sierra Vicort.

En la caseta como algo, me abrigo y decido abandonar el plan inicial. La visibilidad hacia la vertiente oriental es prácticamente nula, no se ve la orientación de la dorsal ni el collado de Luquetes, en estas condiciones el descenso resulta incómodo por lo que retorno al collado de la Falaguera (muy próximo) e inicio el descenso por el PR-Z-43 hacia el Raso de la Cruz.

Al principio la senda se orienta, muy suave, hacia el mirador de la Falaguera pero, cuando se abren las pendientes del barranco de los Hortales, inicia un trazado en zig-zag hasta alcanzar el fondo del barranco donde conecta con una pista que nos lleva hasta el Raso de la Cruz.

Horario

Itinerario

9:15

Raso de la Cruz

9:35

Inicio senda

9.43

Sitio del emparrado

10:00

Bifurcación de sendas (dcha a la Nevera)

10:23

Nevera de Cosuenda

10:27

Dorsal de la Sierra

10:37

Collado de la Falaguera

10:54

Mirador de la Falaguera (Caseta de la Nevera)

11:03

Inicio descenso

11:57

Raso de la Cruz


08 diciembre 2008

Carrera de Montaña de Mularroya 07-12-2008

El año pasado participé por primera vez en la Carrera de Montaña de Mularroya (en La Almunia de Doña Godina, Comarca de Valdejalón, Zaragoza) y quedé muy satisfecho. Se trata de una verdadera carrera de montaña, con importantes desniveles y pendientes pero que se desarrolla toda por pistas por lo que se puede correr durante todo el recorrido y sus 14,850km no intimidan demasiado. Para mí es una carrera de montaña para disfrutar.

Como me gustó, este año he vuelto a repetir y de nuevo he vuelto a disfrutar. El día amenazaba lluvia pero al final el tiempo respetó e incluso brilló el sol durante gran parte de la prueba. Además, al final hubo chocolate, con lo que la mañana resultó perfecta.

Este año la prueba entraba, como el año pasado, dentro de la fase de acumulación de kilómetros en busca de la mejor forma para la gran cita de la temporada: el medio maratón de Zaragoza. Pero a diferencia del año pasado, que desconocía el trayecto, este año afronté la prueba con ambición.

¿El resultado?, creo que muy bueno: mejoré la marca del año pasado en un ninuto y medio ( a pesar de la jugada que nos gastó el río Grio al llevar tanta agua y obligarnos a cruzar su cauce por una estrecha palanca de troncos que nos hizo perder un tiempo precioso en el primer cruce del río), acerté con la estrategia de carrera y no hubo lesiones ni molestias.

Esta carrera tiene una estrategia sencilla ya que acumula casi todo el desnivel en los siete primeros kilómetros y el resto de la prueba, aunque tiene repechos, se puede correr a ritmo. Por eso hay que correr sin apurar los siete primeros kilómetros, donde algunas pendientes son realmente duras, reservando las fuerzas para los últimos siete kilómetros. A mi, a pesar de las reservas iniciales, se me hicieron largos los últimos dos kilómetros, aunque eran en descenso.

Bueno, el resumen de la prueba es el siguiente:

kilómetro

Tiempo por Km
Tiempo acumulado

1km

6´: 40´´: 63


2km

6´: 28´´: 76

13´: 09´´: 39

3km

6´: 38´´: 63

19´: 48´´: 02

4km

4´: 18´´: 02

24´: 06´´: 04

5km

5´: 32´´: 15

29´: 38´´: 19

6km

5´: 54´´: 00

35´: 32´´: 19

7km

5´: 20´´: 69

40´: 52´´: 88

8km

4´: 09´´: 82

45´: 02´´: 70

9km

4´: 03´´: 52

49´: 06´´: 22

10km

5´: 10´´: 50

54´: 16´´: 72

11km

4´: 43´´: 76

59´: 00´´: 48

12km

3´: 48´´: 94

1h: 02´: 49´´

13km

4´: 22´´: 22

1h: 07´: 11´´

14km

3´: 46´´: 80

1h: 10´: 58´´

14,850

3´: 36´´: 64

1h: 14´: 35´´

En la clasificación championchip me dan un tiempo de 1h: 14´: 41´´ (una diferencia de 6´´ que es el tiempo que pasó desde que dieron la salida hasta que pisé la alfombrilla) y el puesto 76 en la clasificación general final. Esa es la marca y posición a superar el año que viene.

Para saber mas:
http://atletismolaalmunia.blogspot.com/

http://www.championchiparagon.com/indexmularroya.php


03 diciembre 2008

Hoces del río Piedra. Mirador del Reconquillo



Hacía cuatro años que no volvia a Torralba de los Frailes y el día 09 de noviembre de 2008 regresé para disfrutar del otoño en las hoces del río Piedra. Recordaba con nitidez los fuertes colores rojos del arce al perder la hoja y la variedad del soto de ribera, sobre todo, aguas arriba de la zona del Molino.

El día elegido resultó magnífico y el río guardaba una gran sorpresa: llevaba un caudal nunca visto, el azud del Molino resultaba impracticable para cruzar el río y el agua corria con velocidad.



Después de cruzar el río, con muchos problemas, frente al parking del Molino descubrí que habían señalizado un recorrido al "Mirador del Reconquillo" del que no tenía ninguna noticia. Como discurría por las hoces aguas arriba (que eran las que yo quería recorrer) me decidí a completar el recorrido.



El panel informativo proponía realizar el recorrido circular siguiendo primero el cauce del río por el fondo de las hoces y regresar después por los relieves superiores de la margen izquierda. Como no se podía cruzar a la margen derecha del río por encima del azud realicé el recorrido en sentido inverso.

La senda remonta por encima de las ruinas del Molino dejando a la derecha unas singulares formaciones rocosas en forma de "tornillo" muy características y pronto se introduce en una suave vaguada por la que remontamos hasta el mirador. El camino no tiene pérdida: las trazas son evidentes y está balizado con pintura blanca y roja de GR. Además hay tablillas indicadoras (GR 24 "Mirador Hoces de Torralba") en las bifurcaciones. Poco antes de la segunda tablilla hay que continuar a la izquierda en una bifurcación de sendas poco clara y, siguiendo hitos de piedra, ascender hasta el mirador (25´).



La vistas desde el mirador merecen la pena. Podemos apreciar el definido corte de las hoces cubiertas de un denso soto de ribera, por encima de ellas, la desnuda paramera de los llanos de Used y, recortadas sobre una loma, las blancas casas del pueblo de Torralba de los Frailes.

Desde el mirador el camino continua por encima de los relieves que definen las hoces aguas arrba del río Piedra. Ahora la senda es menos evidente y el trazado, a veces poco claro, está marcado con hitos de piedra y, de vez en cuando, con pintura roja y blanca. La senda va descendiendo poco a poco, a media ladera, por una loma pedregosa entre un escuálido pinar hasta alcanzar una estrecha vaguada transversal que, hacia la izquierda, permite descender al fondo de las hoces (55´).



Hay que tener mucho cuidado al llegar a la parte baja de esta vaguada porque la senda está cerrada, a la altura del tobillo, por un alambre de espino cruzado entre dos troncos de árbol dificil de ver que puede hacernos mucho daño.

Una vez en el fondo de las hoces el vado para cruzar a la margen derecha e iniciar el retorno no está preparado por lo que su dificultad depenerá de las condiciones del cauce. Aquí hay unas tablillas indicadoras por lo que la localización de la vaguada de salida es muy fácil en el caso de que se haga el recorrido en el otro sentido.

Si el recorrido aéreo por la parte alta de los relieves de la margen izquierda del río es recomendable, no lo es menos el recorrido por el fondo de las hoces. La senda discurre en todo momento por la margen derecha del río ( sin vadearlo ) sobre un mullido piso y sumergida en un umbrío soto de frondosas que, como dice el panel explicativo del recorrido, configuran un paisaje forestal de hoja caduca que nos hará sentirnos en otra latitud. Lástima que los arces hubieran perdido ya la hoja pero los robles presentaban su mejor color.

Al final del recorrido, cerca del azud del Molino, busqué una salida alternativa ya que no se podía vadear el río por encima del azud. No resulta dificil encontrar una salida practicable (trazas de camino) por la ladera de la margen derecha del río y, después, siguiendo las trazas de las ovejas seguir el cauce del río a media ladera y, por encima del pozo de las escaleras, llegar al parking del Molino (1h 25´).


05 noviembre 2008

Río Manubles

Tenía referencias de que Torrijo de la Cañada (en el cauce medio del río Manubles) era un buen punto de partida para hacer senderismo. El río Manubles, a diferencia del Ribota, afluentes ambos del Jalón por su margen izquierda, se encaja más en el terreno tallando un definido barranco que se estrangula ocasionalmente dando lugar a rincones desconocidos de gran belleza.

Tras estudiar las posibilidades tomé como punto de partida la ermita de los Santos de Torrijo ubicada en una altiva cota de la sierra de la margen derecha del río (sobre el mapa no había ningun indicio de camino que permitiera seguir el río junto al cauce). La subida no está señalizada pero no resulta dificil seguir la red de pistas con un mapa IGN.

Para bajar a Bijuesca desde la ermita tomaremos la pista hacia el oeste y descenderemos hasta alcanzar una clara bifurcación (0,7km). Aquí seguiremos por la pista que a la derecha (noroeste) desciende primero y después, más difusa, llanea hasta alcanzar la linde de un campo y un pequeño collado. Poco después, junto a las ruinas de una paridera (Corral de las Peñas), conecta con otra pista mas transitada por la que continuaremos a la derecha (este) hasta llegar a otro collado donde la pista cambia de vertiente.

Aquí se presenta una doble alternativa: continuar el descenso por la pista que bordea la cota Dehesa Boyal o bién tratar de encontrar la senda de la Cuesta Tripiana. Yo opté por bajar por la senda ya que la pista desciende por una vaguada interior de la sierra sin perspectivas sobre el río. Las trazas de la senda son evidentes en este collado, nacen junto a un pino balizado con una tablilla amarilla, pero antes de llegar a la estrecha vaguada por la que desciende desaparecen por completo y sólo el evidente trazo de la vaguada (totalmente tapizada de vegetación) nos orienta en el incómodo descenso hasta la pista que discurre por la vega del río.

La llegada a Bijuesca es uno de los momentos más interesantes de la actividad. Totalmente encajada en un breve y rocoso estrangulamiento del río su cuidado caserío está defendido por un castillo del que se conserva lo suficiente para intuir sus dimensiones. Caminando desde sur la orientación del cauce del río va descubriéndonos el pueblo, primero el castillo, después la ermita de la Virgen del Castillo y, finalmente, las casas comprimidas entre las paredes rocosas del estragulamiento. Cuando todo parece descubierto, en las proximidades del pueblo, el antiguo puente medieval y la fuente de los veintocho caños vuelven a sorprendernos.

Una vez en Bijuesca resulta obligada la visita al Pozo de los Chorros (un umbrio rincon donde un enmarañado bosque de ribera esconde el pequeño escalón rocoso por el que el río se precipita en una cascada). Para ello deberemos atravesar el pueblo remontando el rio y, después de superar la pronunciada curva de la carretera, tomar una pista cerrada con un cepo y balizada con una tablilla que indica "Pozo de los Chorros". En apenas diez minutos llegamos a uno de los rincones más interesantes del rio.

Como no es posible continuar remontando el río junto al cauce deberemos retornar hasta la fuente de los veintocho caños para continuar la excursión hasta Berdejo. Junto a la fuente nace una pista empedrada que, al noroeste, remonta una suave vaguada. Dejaremos las eras a la izquierda y el cementerio a la derecha e inciaremos un largo ascenso. Llegando al final de la vaguada el moderno edificio de una paridera ubicada en una cota elevada a la derecha nos orientará hacia el collado de acceso al pueblo de Berdejo. Alcanzada la dorsal y ya con vistas a Berdejo deberemos abandonar la pista e iniciar el descenso por la rocosa vaguada que conduce al pueblo. Este descenso resulta impresionante no sólo por el trazado del camino sino por la perspectiva del pueblo, de su castillo (levantado sobre un peñasco encima del pueblo) y de la iglesia. Todo ello en un suave meandro del rio.

El retorno lo hice siguiendo el mismo camino hasta Bijuesca pero, desde Bijuesca hasta la ermita de los Santos de Torrijo, preferí probar un itinerario alternantivo. Sobre el mapa habia dos posibilidades: una muy clara que era seguir la pista que primero por la vega del río y despues bordeando la cota Dehesa Boyal me llevaba hasta el collado donde habia tomado las trazas de la senda; la otra, menos clara pero más corta, era remontar por la cabañera que superando la Cuesta de Deza conectaba con la pista anterior a la altura de un refugio de cazadores (¿existiría todavía la senda de la cabañera?).
Tomé con alguna duda la senda de la cabañera por una pequeña cuesta cementada al final del area recreativa (entre el area recreativa y una evidente cota rocosa). La senda pasa entre los muros de piedra que sustentan las terrazas de cultivo y, después, inicia el ascenso con un trazado cómodo y continuo. La alternantiva de la cabañera es, sin duda, la mas recomendable. El trazado resulta muy cómodo y se puede apreciar el trabajo que en su dia hicieron para que el ganado pudiera transitar por él; y las vistas sobre Bijuesca y sobre el valle son de gran belleza y perspectiva. Tras alcanzar la dorsal la cabañera inicia un breve descenso (algo más difusa, invadida por la vegetación) hasta conectar con la pista que bordea la cota Dehesa Boyal a la altura de un refugio de cazadores. Desde aquí hasta la ermita de los Santos de Torrijo sólo queda remontar hasta el collado donde tome la senda en el descenso y después seguir el mismo itinerario hasta la ermita.

04 septiembre 2008

Pico Chipeta Alto




El Pico Chipeta Alto es el característico pico que, al oeste de la Selva de Oza, levanta su impresionante frontón calizo por encima del límite del bosque. Junto con el Castillo de Achert, al este, y la Muralla de Lenito al sur completa el singular conjunto de relieves que delimitan el espectacular paraje de la Selva de Oza.

La ascensión natural a este pico desde Oza es por el barranco de Acherito y el collado de Petraficha por lo que puede dejarse el coche al final de la pista del refugio de la Mina. Como mi idea era realizar un recorrido circular subiendo por el collado de Petraficha y bajando por el collado de Estribiella decido dejar el coche en las inmediaciones del campamento Ramiro el Monge.

Inicio la ascensión remontando el cauce del río por la pista asfaltada que se adentra hacia Aguas Tuertas. Poco antes de que el cauce del río gire bruscamente al este nace a la izquierda una pista (balizada con tablillas al Puerto del Palo) que desciende a cruzar el cauce del río y continua hasta una moderna explotación ganadera poco antes de llegar al antiguo refugio de la Mina (hasta aquí se puede llegar en coche). Justo antes de cruzar el barranco de Acherito y llegar a la explotación ganadera que se levanta al otro lado, asciende a la izquierda (noroeste) la senda que remonta hacia el collado de Petraficha (balizada como GR 11 a Zuriza).

Después de atravesar el cercado de una explotación ganadera la senda asciende trazando suaves zig zags por pastizales hasta alcanzar el rellano donde se levanta el refugio del Sabucar. Sin rebasar el edificio del refugio continuaremos el ascenso atacando las pendientes más empinadas de nuestra izquierda (oeste) que descienden del espolón nororiental del Pico Chipeta que va perdiendo presencia oculto por los relieves más cercanos. Después de ganar altura la senda vuelve a orientarse al noroeste para continuar remontando a media ladera el barranco de Acherito y alcanzar otro rellano. Poco a poco van apareciendo los formidables relieves que delimitan por el oeste el barranco de Acherito en una interminable sucesión de afilados picos y collados desde el pico Petraficha hasta el Sobarcal. Cerrando el barranco son perfectamente visibles las espectaculares Agujas de Ansabere que se recortan detrás del Puerto de Acherito.



En este punto hay que prestar mucha atención a una bifurcación de sendas justo debajo del espolón oriental del Pico Ferrerías. En esta bifurcación deberemos tomar la senda de la izquierda (balizada con las marcas de GR) que abandona el barranco de Acherito para remontar al oeste hacia el collado de Petraficha. Pronto recuperamos las magníficas vistas de la pared nororiental del Pico Chipeta y, poco después, los pastos dan paso a los canchales rocosos. La pendientes se hacen más pronunciadas y la senda más tortuosa conforme nos aproximamos al estrecho collado de Petraficha.


En el collado de Petraficha accedemos a un paisaje completamente diferente dominado por las suaves laderas de pastos y la alienada formación de la Sierra de Alano que compacta y regular se extiende desde el pico Rincón de Alano hasta la Peña Ezcaurre. El dimorfismo orográfico entre la vertiente oriental que cae vertical sobre la Selva de Oza y la occidental que desciende suave hacia Zuriza es realmente sorprendente.

En el collado abandonamos el GR 11, que desciende hacia Zuriza, y continuamos al sur por un sendero levemente marcado en la ladera arcillosa del Pico Chipeta. Pronto alcanzamos los pastos que cubren las extensa ladera occidental del pico. La senda, al principio evidente, se difumina conforme ascendemos pero progresando de forma intuitiva se alcanza el límite nororiental de la loma claramente definido por el cortado de la pared. Aquí la loma pierde pendiente y ya es posible ver el pico al final del triángulo herboso delimitado por las vetiginosas paredes que definen la característica proa rocosa que se asoma a las profundidades de la Selva de Oza.

El descenso puede hacerse por el mismo camino de subida o bien tratar de cerrar la excursión bajando por el barranco de Estribiella y completar así un interesante recorrido circular. Si optamos por esta segunda alternativa debemos estar seguros de contar con suficientes horas de luz y tener destreza para progresar por los relieves que nos separan del collado de Estribiella porque no hay ningún camino marcado y el collado está oculto detrás de sucesivos relieves que es necesario interpretar adecuadamente.

Desde el Pico Chipeta Alto descenderemos al suroeste por pastos de moderada pendiente y ninguna dificultad hasta alcanzar el collado de Tortiella (un rellano herboso dominado al sur por un picacho de tonos blancos). Es posible bordear este picacho por la derecha (oeste) pero hay que atravesar una profunda cárcava muy descompuesta. Seguramente es más cómodo subir hasta la cima (pendiente empinada) porque después no hay que perder mucha altura para continuar al sur por los pastos herbosos que descienden del Pico Estribiella. No hace falta subir hasta la cima de este pico, se puede progresar intuitivamente sin perder altura hasta alcanzar la barranquera que desciende a Zuriza bajo la Sierra de Alano y después remontar hasta el collado de Estribiella, que se abre justo debajo del espolón septentrional del pico Rincón de Alano. Aquí conectamos con la variante del GR 11 que desciende a la Selva de Oza por el barranco de Estribiella.

16 agosto 2008

Osan Cross Mountain



Finalmente el día 15 corrí mi primera carrera de montaña en Osan, 17 kilómetros de recorrido con un desnivel acumulado de mas de 1400 metros. La sensación final fue satisfactoria aunque en este tipo de pruebas lo que se dice correr se corre poco, la mayor parte del tiempo andas deprisa. Pero mis preocupaciones iniciales se fueron disipando durante la prueba: no me lesioné, asimilé bien los fuertes desniveles, pude correr con buenas sensaciones las pocos tramos que se podían correr y terminé la prueba sin agobios.

La primera parte de la prueba consiste en subir al Santuario de Santa Orosia desde la localidad de Osan. Es el tramo más duro de la prueba pero es el más bonito y el que puedes disfrutar mas. Hasta el pueblo de Isún (primer avituallamiento) la prueba discurre por una senda bastante tendida aunque siempre cuesta arriba en la que se puede correr, sin alardes, pero se puede correr. A partir de Isún la senda se empina por las faldas del pico Oturia y comienza un sinuoso ascenso que hay que hacer andando con el mayor ritmo posible. Al alcanzar el altiplano de las antenas (km 5) finaliza la subida y la prueba continua por ondulados pastizales donde no existe senda marcada y debemos guiarnos por la señalización de la organización y el difuso trazo de una pista. Atravesando un clareado pinar alcanzamos la ermita de Santa Orosia, la fuente y el segundo avituallamiento.

La segunda parte de la prueba consiste en bajar de la ermita de Santa Orosia hasta Yebra de Basa por la senda de las ermitas, un recorrido de singular belleza que merece la pena recorrer despacio fuera de competición. Es la parte más incómoda del recorrido: sus fuertes pendientes, sobre todo después de superar la cascada, y el firme de grandes piedras sueltas hacen que el descenso sea peligroso y exija gran concentración (el correr pasa a segundo plano).

La tercera parte de la prueba es la conexión entre los pueblos de Yebra de Basa y Osan siguiendo el tortuoso trazado del GR que atraviesa varias barranqueras con continuas subidas, bajadas y revueltas que dificultan correr con ritmo.

Mi planteamiento fue conservador en todo momento. Conocía gran parte del recorrido y sabía que sólo podría correr en el altiplano, desde el final de la subida hasta el inicio del descenso por la senda de las ermitas, por lo que el resto de la prueba fuí andando lo más deprisa que pude muy atento de no lesionarme.

Al final la primera parte (el ascenso hasta la ermita de Santa Orosia) resultó la mas gratificante: las magnificas vistas sobre Sabiñánigo, Peña Oroel y el valle de Yebra de Basa en la parte final de la subida (que se pueden disfrutar ya que puedes apartar la vista de la senda al subir despacio) y, sobre todo, la cómoda carrera por los pastos hasta el inicio de la senda de descenso, son los momentos más divertidos de la prueba. En este correr hay que prestar atención a un cruce de pistas a la salida del avituallamiento de Santa Orosia. En este punto hay que atravesar la pista principal que sube de Yebra de Basa y continuar por una pista menos evidente que sale a la derecha, justo enfrente de la fuente.

El descenso me resultó largo y desagradable, sólo pensaba donde apoyar el pie. Es realmente peligroso, sobre todo para personas acostumbradas a rodar por asfalto o pistas sin desniveles.

Finalmente, la conexión entre los pueblos de Yebra de Basa y Osan resultó la más desilusionante ya que después de hacer bien la parte dura un grupo de personas nos despistamos en un cruce perdiendo el camino y arruinando nuestra marca. Después del avituallamiento de Yebra de Basa la prueba remonta por un barranco y una cárcava arcillosa hasta alcanzar un campo. Al otro lado del campo nace una pista y justo en este punto una senda a la derecha que desciende hacia el siguiente barranco. Aquí al ver la pista y la comodidad que ofrecía para correr un grupo de personas continuamos por ella sin darnos cuenta que el balizamiento (suficiente) continuaba por la senda.

Después de comprobar que la pista por la que descendíamos se orientaba hacia la carretera de Yebra de Basa y de que no había balizamiento decidí regresar. Recuperé el trazado de la prueba y completé el recorrido (un cálculo bastante aproximado del tiempo perdido sería de quince minutos).

Tiempos de paso(acumulado/tramo):

Osan-Isun (11':05'':57)
Isún - Fin subida(km 5) (50':40'':10 / 39':34'':53)
Km 5 - Ermita de Santa Orosia (59':36'':01 / 8':55':91)
Ermita de Santa Orosia - Avituallamiento Yebra de Basa (1h:31':47'' / 32':11'':15)
Avituallamiento Yebra de Basa - Avituallamiento Santo Roman (2h:08'':32/ 36':44'':97)
Avituallamiento Santo Roman - Osan (2h:18':31 / 9':59'':53)

14 agosto 2008

Everest 1996

Desde que en 1985 Dick Bass, un rico tejano de cincuenta y cinco años de edad y escasa experiencia en montaña, ascendiera al Everest guiado por el escalador David Breashears, la comercialización de la ruta normal del Everest (la cima más alta de la tierra con 8848mts) ha convertido su ascensión en algo muy distinto al objetivo deportivo de los primeros ascensionistas.

El creciente número de expediciones comerciales que cada año intentaba el Everest por la ruta del collado sur estaba alimentando una creciente polémica entre quienes pensaban que con este planteamiento se pierde el espíritu que debe acompañar a toda actividad en montaña y quienes pensaban que todo puede ser comercializado si se llega a un acuerdo entre partes.

Los trágicos acontecimientos sucedidos en la primera de 1996 que afectaron a dos expediciones comerciales fueron el detonante de una tormentosa polémica que estaba latente desde hacia algunos años. La publicación del libro de Jon Krakauer ("Into thin air")(periodista y cliente de una de las expediciones comerciales que sufrieron la tragedia) levanto una airada controversia sobre el comportamiento de uno de los guias (Anatoli Bukreev) y sobre las heroicas acciones de rescate de las que fue protagonista.El debate no se centró en si estas expediciones, dado el alto riesgo que conllevan para guias y clientes, están justificadas o no; se centró en el comportamiento concreto de un guia (Anatoli Bukreev) y en la defensa que este hizo del mismo privando al debate de lo mas sustancioso del mismo.

Acabo de terminar el libro “Everest 1996” (Ediciones Desnivel) en el que Anatoli Bukreev cuenta su versión de los hechos y ofrece una explicación sobre su comportamiento .

Ya había leído el libro de Jon Krakauer (publicado en castellano por Ediciones B,S.A con el título “Mal de altura”) y estaba al tanto de la polémica que se había suscitado con su comportamiento. Para contrastar lo que recordaba del asunto con las argumentaciones de Bukreev ha vuelto a releer el libro de Krakauer y el fondo de la cuestión es bastante sencillo: para Krakauer el comportamiento de Bukreev no se ajustó a las expectativas que un cliente tiene de lo que debe hacer un guía.

Jon Krakauer dice en su libro: “Anatoli (Bukreev) había dejado la cima alrededor de las 14:00 y poco después se vio metido en el atasco del escalón Hillary. Tan pronto como quedó libre, Boukreev descendió a toda prisa por la arista sureste sin esperar a los clientes”.“Guias experimentados criticarían después su decisión de bajar tan por delante de sus clientes, un comportamiento nada ortodoxo para alguien de la profesión”. Mas adelante dice “El que Bukreev no usase oxígeno hacía que la susceptibilidad al frío se viese agravada; sin él no podía quedarse esperando en la cima a que llegaran los clientes lentos, pues se arriesgaba a una hipotermia y a sufrir congelaciones”(Capítulo 15 La Cima).

Con esta descripción de su comportamiento Bukreev aparece como una persona individualista (que toma decisiones por su cuenta) e irresponsable, poco comprometida con la seguridad de sus clientes.

Lo cierto es que, a primera vista, este comportamiento resulta poco ortodoxo, pero la lectura de “Everest 1996” aporta matices de gran alcance para comprender la situación y tener mejor criterio para decidir si es adecuado o no (las escasas líneas que el libro dedica a la justificación que Bukreev hace de su comportamiento no son suficientes para entender el alcance de las mismas).

En "Everest 1996" Bukreev termina diciendo que el guía de altura en el Everest ( o por encima de los 8000 metros) no está en disposición de garantizar la seguridad de un grupo de personas que tiene poca o ninguna experiencia en las montañas más altas de la tierra a causa de la aplastante complejidad de las circunstancias de la naturaleza y del quebranto físico que impone la altitud. Se adivinan dos razones principales:

En primer lugar porque el guía está sometido a los mismos riesgos que el cliente. La altura y el frío van deteriorando el organismo robándole las fuerzas ( en la “zona de la muerte” el organismo se deteriora incluso en reposo). La hipoxia y la hipotermia le afectan igual que al cliente comprometiendo su propia vida.

Así dice Bukreev en su libro “si te quedas inmóvil a esta altitud pierdes las fuerzas con el frío y acabas incapacitado para la acción”(Capítulo 21 La locura mediática). El guía no es un superman, está sujeto a los mismos riesgos que el cliente (hipoxia, edema cerebral, hipotermia, desorientación por la oscuridad o la tormenta ...) “ si me hubiera encontrado más arriba en la montaña cuando la tormenta se desató con plena fuerza, es muy probable que yo hubiera muerto con los clientes. Lo creo honestamente. No soy ningún superman. Todos podríamos haber muerto con ese tiempo”(Capítulo 21 La locura mediática). (Las muertes de Scott Fischer, Rob Hall y Andy Harris, todos ellos guías, así lo atestiguan).

En segundo lugar porque es muy difícil que el guía pueda sacar, él sólo, a un cliente de la montaña arrastrándolo. La realidad confirma esta idea (Rob Hall no pudo descender él sólo a su cliente por el escalón Hillary. Tampoco Mike Groon pudo arrastrar a Yasuko Namba por el collado sur hasta el campamento IV).

Anatoly Bukreev, claro ejemplo de la escuela soviética de alpinismo, era de la opinión de que el cliente debía tener la suficiente autonomía para progresar por la montaña con seguridad sin que tuviera que ir un guía detrás de él todo el tiempo. Esperar al cliente no significa que puedas ayudarlo, es difícil tener éxito si el cliente no aporta nada de su parte ( por agotamiento o falta de oxígeno artificial) y el guía puede sufrir en cualquier momento los efectos de la altura, la falta de oxígeno o el mal tiempo.

La única ayuda posible en estas condiciones, como se adivina del comportamiento de Bukreev, debe venir de abajo: aportando oxigeno extra de los depósitos inferiores o ayudando en el descenso de los últimos metros antes del campamento de altura.”Mi idea era que yo no sería de ninguna utilidad si esperaba allí arriba, helándome de frío. Era mas práctico que yo volviera al campamento IV a fin de estar en condiciones de subir oxígeno a los escaladores que retornaban, o de ayudarles si alguno se debilitaba en exceso”.”Scott me autorizó a descender, a fin de estar preparado para subir en caso necesario. Ese fue el plan y funcionó”(Capítulo 21 La locura mediática).

Krakauer en su libro cuestiona el comportamiento de Bukreev desde la perspectiva de lo que espera un cliente que debe hacer el guía. Bukreev en el suyo aporta las razones que le llevaron a tomar esas decisiones que están basadas en un conocimiento sobre la problemática de la actividad a grandes alturas que está fuera de la alcance de la mayoría de las personas. En este sentido resulta muy revelador ya que si somos capaces de olvidar nuestras expectativas y renunciar a nuestros prejuicios podremos entender los condicionantes de la escalada a gran altitud y los escasos márgenes que deja para realizarla con seguridad.

Pueden convencer o no pero la realidad de lo que ocurrió le da la razón. Todos los clientes de su expedición comercial salvaron la vida (sólo murió Scott Fischer, guia y jefe de la misma). Dos clientes y dos guias de la expedición de Krakauer, con un comportamiento ortodoxo, perdieron la vida en las mismas circunstancias.

Para mas informacion:

http://outside.away.com/outside/destinations/199609/199609_into_thin_air_1.html
http://www.montanismo.org.mx/articulos.php?id_sec=12&id_art=300&id_ejemplar=135

25 julio 2008

Pico Ramoun 3011mts (Neouvielle)

Desde el parking del Lac d´Aubert (2150mts) iniciamos la marcha por el evidente camino que pasa por delante del refugio y se dirige hacia la presa que cierra el lago. Después de atravesar la presa la senda continua por unos pastos pedregosos de pendiente moderada hasta alcanzar una bifurcación en la base de una elevada afloración rocosa (bifurcación al Pas du Gat y Lac de Cap de Long). Aquí continuaremos por la senda de la derecha, de trazado duro e incómodo, que se orienta al norte hacia la Breque de Barris (2439mts) (1h).

A partir de la Breque de Barris la senda desaparece y el ascenso se convierte en un sinuoso progresar entre grandes bloques de granito, bien balizado por hitos, que se dirigen claramente al oeste hacia la inconfundible brecha Chausenque. La ruta normal del Neouvielle se dirige hacia ella pero nosotros, que queremos subir el Pico Ramoun, deberemos abandonar esta via en un punto inconcreto para continuar ascendiendo al suroeste por la vaguada rocosa que se abre entre la cresta de Barris (que desciende del Pico Ramoun) y la dorsal septentrional que desciende del Neouvielle.

Todo el terreno resulta practicable pero cuanto más al oeste se abandone la vía normal al Neouvielle tanto mas suave es el ascenso al suroeste hacia el collado que separa el pico Ramoun del pico Neouvielle. Nosotros, sin criterio bien definido, iniciamos este ascenso por unas pendientes nevadas antes de superar el gendarme que remata la dorsal septentrional del Pico Neouvielle. Enlazando neveros separados por estrechas franjas de afloraciones rocosas, progresamos sin necesidad de piolet ni crampones, hasta alcanzar collado entre el Pico Ramoun y el Pico Neouvielle (3h).

Somos tres personas y decidimos encordarnos desde el principio para no tener que hacer maniobras incómodas en un lugar mas expuesto. Hasta el claro riñón rocoso de dos angulosas puntas que se define justo antes del vertical resalte final del pico se puede progresar sin mayores dificultades. Hasta el collado occidental de este riñón bífido también se puede llegar siguiendo una difusa vira blanquecina orientada de oeste a este (claramente balizada con hitos) más visible cuanto mas te acercas a la parte central de la cresta entre el pico Ramoun y el collado.

Desde este collado la cresta es más aérea y comprometida por lo que progresamos a largos. En un primer largo superamos este riñón hasta alcanzar su collado oriental superando inicialmente una placa fisurada que da paso a un destrepe cómodo menos expuesto. De esta brecha oriental se puede hacer un rápel al norte por una canal bastante compacta que permite salir limpiamente de la cresta al glaciar. En un segundo largo ascendemos de la brecha oriental del riñón bífido a la base del resalte final del pico superando una laja muy afilada. Este paso es el más comprometido del cresteo y tiene varias posibles soluciones: desde bavaresa hasta el progreso por el filo de la laja o, incluso, la posibilidad de aprovechar las viras a ambos lados de la misma.

Alcanzado el resalte final del pico la continuidad de la vía no resulta evidente, la cresta ha finalizado y nos enfrentamos a una pared sin una vía clara para continuar progresando. Siguiendo los hitos encontramos una vieja cuerda estática (seguramente de apoyo para el destrepe) y siguiendo su orientación continuamos la ascensión por lo que podría ser la continuación de la cresta. En dos largos nos situamos en la cima progresando intuitivamente, pero buscando los hitos, por una pared de roca compacta poco expuesta. Del inicio de la cresta a la cima (3011mts) nos ha costado dos horas (5h).

El descenso lo hacemos destrepando toda la cresta hasta el collado (1h 30´). Este destrepe inicialmente parece complicado pero una vez dentro de la cresta y con los pasos ya conocidos no resulta excesivamente difícil y como los lugares para fijar el rapel no ofrecen demasiada confianza vas desechando esta alternativa hasta salir definitivamente de las dificultades. Desde el collado descendemos por el mismo camino de subida hasta el parking (3h 30´)

Galeria de fotos:



Ficha técnica (tiempos acumulados netos):

Parking del Lac d´Aubert (2150mts) - Breche de Barris(2439mts) 1h
Breche de Barris - Collado entre los picos Ramoun y Neouvielle 3h
Collado - Pico Ramoun (cresta occidental)(3011mts) 5h
Pico Ramoun - Collado (destrepe cresta occidental) 6h 30´
Collado - Parking Lac d´Aubert 8h 30´

Respecto a la necesidad de cuerda para realizar el cresteo, en mi opinión, ésta resulta imprescindible. Los pasos no son de dificultad seria pero son muy aéreos y expuestos y no sabes lo que puedes encontrar después. Por eso, si no has estado y no conoces el itinerario, resulta muy recomendable el uso de la cuerda para poder proteger la progresión en un momento de indesión.

16 julio 2008

Carreras de montaña

Como los entrenamientos para el marathon de Zaragoza no son del todo satisfactorios estoy contemplando la posibilidad de participar en una carrera de montaña. El calendario de este verano es bastante completo y hay una prueba casi todos los fines de semana.

He estado mirando los recorridos (distancia y desniveles acumulados) de las pruebas que más me interesaban por fechas y proximidad y me he asustado un poco. No he participado en ninguna carrera de montaña pero tengo suficiente experiencia en actividades en la naturaleza (senderismo y montañismo) para hacer una valoración de la exigencia física de los itinerarios propuestos: prácticamente inaccesibles si sólo quieres participar y disfrutar ¡¡. Las distancias son muy largas y los desniveles acumulados muy exigentes incluso para ir andando.

La prueba del día 20 de julio tiene el aliciente de ser el Campeonato de Aragón individual ( no iba a ganar nada salvo unas agujetas o una lesión en el peor de los casos) pero siempre ilusiona participar en un campeonato con clasificación y ranking. Sin embargo, al mirar el recorrido he desistido inmediatamente. Conozco la zona muy bien y es un itinerario duro, imposible disfrutar lo más mínimo. La prueba del 05 de octubre (la Puyada a Oturia) es todavía peor (del recorrido se podrían sacar dos actividades de senderismo).

Con este panorama he continuado investigando itinerarios. Las pruebas organizadas por el Servicio Comarcal de Deportes de Gudar Javalambre son un poco cortas 10km (Nogueruelas) y 11km (Fuentes de Rubielos) para un viaje tan largo. Del resto, la Carrera por montaña "Peña Canciás" también resulta inaccesible (30km y 1600 metros de desnivel positivo acumulado) por lo que sólo quedan la III Subida a la Fuente del Paco, la Carrera a Pie a Peña Oroel y la 1ª Osan Cross Mountain (una hermana pequeña de la Puyada a Oturia).

La Subida a la Fuente del Paco es una excursión que he hecho andando. La página web del Ayuntamiento de Villanua no especifica el itinerario pero imagino que se subirá por la senda de la Selva de Bellanuga y se bajará por la pista de La Trapa. Es una prueba de inscripción gratuita por lo que su planteamiento parece más familiar que competitivo.

La subida a Peña Oroel es otra excursión que conozco bien por lo que la 1ª Osan Cross Mountain del 15 de agosto se perfila como la prueba que tiene más posibilidades de inaugurar mi curriculum de este tipo de carreras.

06 julio 2008

Peña Galera (1034mts)

La Peña Galera es un relieve, de fisonomia muy variable según la perspectiva desde la que se mire, que se levanta entre los ríos Algars y Ulldemó muy cerca de Beceite. No tiene la apariencia de los picos pirenaicos de forma mas o menos piramidal con collados que definen una cima principal, es mas bien un altiplano de perímetro sinuoso elevado sobre verticales murallas calizas.

Podemos iniciar la excursión en la misma localidad de Beceite. Para ello deberemos ascender hasta la parte más alta del pueblo y desde una plaza con un pequeño parque tomar una pista asfaltada que se dirige hacia la Pesquera (un tramo del río Ulldemó donde se suceden una serie de pozas muy apreciadas por los bañistas). Siguiendo esta pista durante 3 kilómetros alcanzaremos la zona de la Pesquera y el desvío donde comienza la senda de ascenso a Peña Galera (señalizada con una tablilla indicadora de PR TE 151). Los dos primeros kilómetros la pista discurre entre cultivos en dirección este hasta llegar a un collado donde gira al sur para adentrarse en el valle del río Ulldemó. Hasta aquí se puede llegar en coche.

La senda inicia el descenso hacia el río (panel explicativo de la ruta), que cruzaremos por un vado sin preparar entre dos pozas de aguas verdosas, y continua al otro lado, bien marcada y señalizada (tablilla PR), ascendiendo entre pinar.

Superadas las primeras revueltas la senda sale del pinar y remonta la vertiente occidental de la dorsal que separa los barrancos de l´Estes y de les Olles. Esta parte del ascenso está dominada por los verticales relieves meridionales de la Peña Galera de apariencia tan característica (estratos calizos horizontales colonizados escuetamente por pinos y arbustos que aprovechan el poco suelo sedimentado en el estrato) seccionados perpendicaularmente por el profundo barranco de la Sola de l´Estes.

Sobre los 800mts de altura, la senda cambia a la vertiente oriental de la dorsal y el paisaje cambia. Los cercanos relieves de la Peña dan paso a un paisaje dominado por la profundidad del valle del río Ulldemó y por las verticales paredes del Racó de San Antoni.


Justo antes de alcanzar el último resalte rocoso, más vertical, la senda abandona la dorsal e inicia una breve travesia horizontal al Este (a la derecha) para cruzar una barranquera y continuar su pronunciado ascenso por terreno mas favorable. Esta travesia sin ser dificil resulta algo expuesta porque la senda, aunque ancha, no tiene el firme compactado y discurre por una estrecha repisa caliza con una importante caida vertical. Finalmente, el acceso al altiplano se resuelve remontando una estrecha barranquera donde apenas caben la revueltas de la senda que da paso a una vaguada menos vertical y más abierta al final de la cual se intuye el final de la pendiente.

Es ahora cuando nos damos cuenta del singular relieve de la Peña Galera. Estamos en un altiplano de suaves pendientes pero no estamos en la cota más alta. Para alcanzar la cota más alta deberemos seguir al noreste la evidente dorsal que define el contorno del altiplano hasta alcanzar la cota en la que se eleva el vértice geodésico. La senda, perfectamente marcada hasta este punto, se desdibuja en algunos tramos pero es fácil volver a encontrarla ya que discurre a lo largo de la dorsal.

Este cresteo final aun esconde dos gandes atractivos, el vertical hombro del espolón Noroeste de Peña Galera que podemos ver en toda su magnitud durante el cresteo y las vistas sobre las afloraciones rocosas de los Puertos de Beceite que se extienden al Norte de Peña Galera.



Ficha técnica: El sendero, balizado como PR TE 151, es evidente hasta la cima
Distancia (desde Beceite): 14,8Km (ida y vuelta)
Desnivel: 452mts
Horarios:
Beceite-Inicio senda PR TE 151 52´
Inicio senda-Cumbre Peña Galera 1h 45´
Cumbre Peña Galera-Vado Ulldemó 1h 15´

25 junio 2008

GPS (1)

Ya llevo algún tiempo usando el GPS y voy llegando a algunas conclusiones sobre su verdadero alcance y utilidad. Cuando compras un aparato de estas características no tienes una idea clara sobre lo que el producto puede ofrecerte sólo intuyes que es útil, luego conforme lo vas usando te das cuenta de sus virtudes y sus limitaciones.

Todo usuario de GPS ha pasado por la situación de estrenar su flamante inversión, encenderlo, esperar unos cuantos minutos y leer en la pantalla del aparato: listo para navegar, precisión x metros. En este momento todo usuario se plantea la pregunta del millón ¿y ahora qué?. La respuesta es clara "eso es todo", darle utilidad a unas coordenadas de ubicación no es asunto del GPS sino del complejo software incluido en el mismo. El GPS es un receptor de ondas de radio que determina su posición en unas coordenadas terrestres a partir de las señales que emiten una constelación de satélites (NAVSTAR), sólo proporciona eso: las coordenadas de su ubicación.

La siguiente pregunta es cómo dar utilidad a esa información. La utilidad la obtendremos con el software de navegación incorporado en el propio GPS. Este programa, conocidas las coordenadas del lugar donde nos encontramos, nos proporciona información fiable sobre la distancia y la dirección en la que se encuentran las coordenadas del lugar al que queremos llegar (pero no nos da ninguna información sobre el relieve y las posibles dificultades insalvables que puedan existir en esa línea recta entre ambas coordenadas).

Para que el GPS sea útil necesita, además de las coordenadas de ubicación (determinadas merced a las señales emitidas por los satélites), unas coordenadas de destino (que no tiene en el momento de encenderlo por primera vez) que es necesario suministrar al aparato. ¿Cómo le suministramos al aparato GPS coordenadas adicionales?; dos son los procedimientos:
1.- Introducción previa a la realización de la actividad de las coordenadas de los lugares que pueden ser útiles durante el recorrido (waypoints).
2.- Almacenamiento de coordenadas conforme realizamos la actividad.
La segunda opción es la mas sencilla e inmediata. Después de que el GPS se ubique y nos de la señal de listo para navegar podemos guardar esas coordenadas como waypoint (el propio aparato dispone de un sencillo procedimiento de almacenaje de las coordenadas suministradas en cada momento). Posteriormente, cuando nos hayamos desplazado del lugar de inicio, podremos darle la primera utilidad al GPS volviendo al punto inicial con la función GOTO. El receptor GPS ya dispondrá de unas coordenadas de ubicación y de unas coordenadas de destino (el waypoint memorizado al inicio) y podrá navegar hacia él indicándonos la dirección a seguir y la distancia que nos separa.