11 mayo 2011

Trofeo Jiloca. Liga Nacional de Orientación a Pie

El Trofeo Jiloca era una de las citas importantes de la temporada de orientación a pie. Por circunstancias imprevesibles no pude participar los dos días pero la prueba de distancia intermedia celebrada el sábado 7 de mayo en el mapa de Monreal del Campo resultó una experiencia muy gratificante. Salí de Zaragoza con tiempo muy gris y lluvias en el corredor del Huerva pero, al descender al Jiloca, el día mejoró y el buen tiempo aguantó toda la mañana.

Mientras me acercaba a la zona de competición recordaba mi última paraticipación en una prueba de Liga Nacional en el carrascal de Aluenda (Zaragoza) , tristes recuerdos porque es una de las pocas pruebas que no he conseguido terminar. Un poco por desquitarme de aquel día, un poco por competir contra corredores distintos y un poco por correr en un mapa nuevo para mí tenia una predisposición especial. Nada extraordinario, pero si una actitud más positiva.

Llegué con tiempo justo, por que había que recoger dorsal (últimamente con el sistema sportident no había que recoger dorsal) y por que la salida estaba un poco lejos del aparcamiento, pero enseguida me centré en la prueba. El resumen es que realicé una prueba con un ritmo muy constante, muy concentrado y con escasos fallos de orientación. Además los últimos cuatro controles me salieron muy bien. Llegué con fuerzas al final de la prueba y por terreno con poca pendiente y un pinar muy penetrable fui capaz de correr sobre el rumbo de la brújula afinando mucho en la elección de recorrido. Me quedé con muy buen sabor de boca. Definitivamente el mapa de Monreal del Campo merece la pena, el terreno tiene pendientes mas moderadas que Luco de Jiloca o Maella, el suelo es más compacto y homogéneo (no tiene un sinfin de grandes piedras sueltas como La Cueva de los encantados) y el pinar está muy limpio por lo que se puede correr y disfrutar. De los últimos mapas nuevos en los que he corrido es, con diferencia, el mejor.

En lo estrictamente deportivo me quedé en el puesto 14 de 22 corredores que participaron en la categoria de H40, un recorrido de 6,3km y 22 puntos de control. La diferencia con el primero fue de 23´:57" una diferencia significativa pero no muy diferente de las que me saca el primer clasificado en H35 en las pruebas de Liga Aragonesa. Yo creo que es un resultado mas que digno.

07 mayo 2011

Esquí de travesia. Picos occidentales de la Maladeta


El pasado fin de semana del 16 y 17 de abril volvimos al valle de Benasque para rematar la temporada de esquí de travesía. Tradicionalmente es este valle el que conserva mejores condiciones de nieve en estas fechas. Este año el objetivo eran los Picos Occidentales de Maladeta. Queríamos subir directamente desde el Hospital de Benasque remontando los "tubos de Paderna" hasta el collado de Alba y desde alli, por la vertiente de Cregueña, ascender al Pico Cordier, el mas oriental de los tres picos occidentales. Para completar el recorrido circular queríamos bajar desde el Pico Cordier al glaciar de la Maladeta y volver de nuevo por los "tubos de Paderna" al Hospital. Una actividad de cierta enbergadura que quedaba, en cualquier caso, condicionada por la cantidad y calidad de la nieve.

El día 17 de abril salió un día bastante bueno, con sol y nubes altas estables. Dejamos los coches en el parking del Hospiatl de Benasque y comenzamos a ascender con los esquíes en la mochila. El acceso al primer tubo de paderna (el inferior) no tenía nieve y la canal conservaba muy poca, dura y bastante empinada. Entre los dos tubos pudimos calzarnos los esquies para foquear por neveros discontinuos de nieve muy torturada e irregular pero, en la base del segundo tubo, nos los volvimos a quitar para remontar con crampones una canal de nieve completamente helada. Finalmente, al salir del segundo tubo ya pudimos ponernos los esquies definitivamente.



No había mucha nieve (la pala del Pico Paderna estaba practicamente desnuda) pero la superficie innivada tenía continuidad. Remontamos de forma intuitiva las pendientes que ascienden hasta el collado de Alba con alguna dificultad puntual (resaltes y zonas heladas) pero volvimos a quitarnos los esquies para acceder al collado. El ultimo repecho antes del collado estaba duro, empinado y bastante desnudo, con muchas rocas visibles.





En el collado dejamos el buen tiempo en la vertiente de Aiguallut y nos sumergimos en un ambiente más gris y frío de nubes bajas y niebla que apenas nos deja entrever el ibon de Cregueña. Con alguna dificultad (nos volvimos a quitar los esquies) superamos el nervio rocoso que desciende del Pico Sayó (pico central de los picos occidentales de la Maladeta) al Pico Bondidier para acceder a la suave cuenca rocosa que se extiende al sur del Pico Cordier. En este punto vemos claramente que el exito de la actividad está cerca. El día acompaña y el horario es aceptable.





No tardamos en llegar a la cumbre del Pico Cordier con buen sol y magníficas vistas, sobre todo sobre el glaciar de la Maladeta y el Pico Salvaguardia, no obstante las condiciones del descenso al glaciar nos encogen un poco el ánimo. El descenso es posible pero comprometido. Surgen algunas diferencias de opinión pero, finalmente, decidimos completar el recorrido circular planeado inicialmente. Cada uno, según su nivel de esquí, decide como dscender los primeros metros de la pala, empinados y con muchas piedras. Superada esta dificultad el acceso al glaciar está franco y podemos terminar la actividad con el deseado descenso. Un descenso que no resultó del todo entretenido. En la parte alta del glaciar una nieve profunda y densa no nos dejó encadenar los giros con continuidad y soltura y después, las contínuas medias laderas hacia el noroeste para llegar a los tubos de Paderna sólo permitian giros muy aislados. Lo mejor de todo el descenso fué, sorprendentemente, el corto descenso del tubo superior de paderna que conservaba una calidad de nieve excepcional.

Ya en el parking del Hospital concluimos que la actividad había sido muy alpina, físicamente muy exigente por las innumerables transiciones, y bastante técnica para lo que habitualemte realizamos (tanto por el cramponaje al inicio de la actividad como por el descenso hasta el galciar de la Maladeta).